Después del adiós “Afrontando la pérdida por suicidio”

Perder a un ser querido por suicidio es una de las experiencias más desgarradoras que una persona puede enfrentar. La combinación de dolor, culpa, incredulidad y preguntas sin respuesta puede abrumar incluso a los más fuertes. Si bien cada persona vive su duelo de manera única, compartir estas experiencias puede ser una fuente de consuelo y comprensión.  

 

Comprendiendo el torbellino de emociones. 

El suicidio deja una marca profunda en quienes quedan atrás. Es común experimentar una mezcla de tristeza, enojo, confusión y culpabilidad. Te preguntas si pudiste haber hecho algo para evitarlo, si no notaste las señales, o si dijiste algo que pudo haber cambiado su decisión. Es importante entender que estos sentimientos son normales y forman parte del proceso de duelo. 

 

Consejos para sobrellevar la pérdida: 

  • Escribe una carta no enviada: Dedica tiempo para escribir una carta a tu ser querido. Expresa todos los sentimientos que no pudiste compartir en vida. Dile cuánto lo extrañas, cuéntale tus días, tus luchas y tus pequeños logros. Este ejercicio no es para ser enviado, sino para ayudarte a liberar emociones y encontrar algo de paz. 

 

  • Crea un ritual de conmemoración personalizado: Establecer un ritual en su memoria puede proporcionar consuelo. Puede ser algo tan simple como encender una vela cada día a una hora específica, visitar un lugar especial que les recordaba, o realizar una actividad que ambos disfrutaban juntos. Estos momentos pueden convertirse en un espacio seguro para recordar y honrar a tu ser querido. 

 

  • Explora la terapia del arte: Esta permite expresar emociones de una manera no verbal. Pintar, dibujar, esculpir o incluso colorear pueden ser formas efectivas de canalizar el dolor y encontrar una salida creativa a tus sentimientos. No se necesita ser un artista para beneficiarse de esta terapia, sólo se requiere la disposición para explorar tus emociones a través del arte. 

  • Practica la meditación de bondad amorosa (Metta): La meditación Metta, enfocada en el deseo de felicidad y paz para ti mismo y para los demás, puede ser extremadamente beneficiosa. Repite frases como “Que yo esté bien, que yo esté en paz, que yo sea feliz” y extiende estos deseos a tu ser querido. Este tipo de meditación puede ayudarte a desarrollar compasión y a soltar un poco del dolor. 

 

  • Involúcrate en actividades altruistas: Ayudar a otros puede ser una forma poderosa de sanar. Compartir tu tiempo en causas que te importan, o incluso iniciar un proyecto en honor a tu ser querido, puede brindarte un sentido de propósito y una manera positiva de mantener viva su memoria. 

Buscando apoyo 

No estás sól@ en este viaje. Hablar con amigos y familiares de confianza puede brindar un gran alivio. Sin embargo, también puede ser útil buscar grupos de apoyo para sobrevivientes de suicidio. Compartir experiencias con otros que han vivido pérdidas similares puede ofrecer una comprensión profunda y validación de tus sentimientos. 

 

Reconociendo el progreso 

El duelo no es lineal y no hay una “forma correcta” de procesarlo. Habrá días buenos y días malos. Es crucial reconocer y celebrar pequeños progresos, como una sonrisa espontánea, una risa, o un día en el que el peso del dolor se siente un poco más ligero. Estos momentos son señales de que, aunque la herida esté presente, estás aprendiendo a vivir con ella. 

Permitiéndote sentir 

No te obligues a “superar” el dolor rápidamente. Llorar, gritar, sentir enojo o confusión son respuestas normales y válidas. No hay un límite de tiempo para el duelo, y cada paso que das hacia adelante es un testimonio de tu fortaleza y amor por el ser querido que has perdido. 

La importancia de la terapia profesional 

No subestimes el valor de buscar ayuda profesional. Los psicólogos pueden proporcionarte herramientas y estrategias para manejar tu dolor. La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, puede ayudarte a identificar y desafiar pensamientos negativos y autodestructivos. 

Afrontar la pérdida de un ser querido por suicidio es un camino arduo y a menudo solitario. Pero es importante recordar que no estás sol@.  En VRIM, entendemos la profundidad de tu sufrimiento y ponemos a tu disposición psicólogos compasivos y capacitados, listos para ofrecerte el apoyo y la comprensión que necesitas. No dudes en buscar ayuda; estamos aquí para acompañarte con el corazón abierto, ayudándote a encontrar la fortaleza y la esperanza para seguir adelante. 

 

 

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