¿De verdad te ama? Prevención de la violencia contra la mujer.

El amor debería ser sinónimo de respeto, confianza y cuidado. Sin embargo, para muchas mujeres, el amor se convierte en una prisión emocional y física donde el dolor se confunde con cariño. A veces, los gestos que parecen ser protectores o apasionados son, en realidad, señales de violencia disfrazadas de amor. Es importante aprender a identificar esos indicios para protegernos y a las personas que queremos.  

 

¿Qué es la violencia contra la mujer? 

La violencia contra la mujer puede adoptar muchas formas: Física, emocional, psicológica, sexual y económica. No se limita a golpes o agresiones físicas; muchas veces, el abuso empieza de manera sutil, con palabras hirientes, manipulación emocional o un control excesivo sobre las decisiones. Y lo más aterrador es que la violencia puede escalar con el tiempo. 

El ciclo de abuso suele comenzar con pequeños detalles que se pasan por alto o se justifican. Comentarios como “lo hago porque te amo” o “nadie te va a querer más que yo” son sólo una cortina que esconde intenciones de control y poder. Entonces, ¿Cómo saber si realmente te ama o si estás en una relación abusiva? 

 

Señales de alarma: ¿Es amor o es control? 

El amor verdadero te permite crecer y ser tú misma, mientras que una relación abusiva te corta las alas y te aísla del mundo. Aquí hay algunas señales de que algo no está bien: 

  • Control excesivo: Si tu pareja insiste en saber dónde estás, con quién hablas o qué haces a cada momento, esto no es protección, es control. El amor no necesita vigilar ni restringir tu libertad. 
  • Aislamiento social: Un signo claro de abuso es cuando te alejan de tus seres queridos. Si tu pareja te prohíbe ver a tus amigos o familiares, o critica constantemente a las personas cercanas a ti, está intentando aislarte para tener más control. 
  • Comentarios humillantes o degradantes: El abuso emocional es tan destructivo como el físico. Si tu pareja te menosprecia, te insulta o te hace sentir inferior, eso no es amor, es abuso. 
  • Cambios repentinos de humor: Las explosiones de ira seguidas de disculpas apasionadas son típicas de las relaciones abusivas. Es un ciclo de abuso que se repite, donde la calma sólo es temporal antes de que vuelva el maltrato. 
  • Culparte por su comportamiento: Un abusador tiende a responsabilizar a la víctima por su maltrato, diciendo frases como “me hiciste enojar” o “si no hubieras hecho eso, no te hubiera golpeado”. Nadie merece ser maltratado, bajo ninguna circunstancia. 

 

Afrontar la realidad: No estás sola. 

Reconocer que estás en una relación violenta es el primer paso, pero también es uno de los más difíciles. La violencia de género muchas veces está acompañada de vergüenza, miedo o una falsa sensación de que las cosas van a mejorar. Pero es esencial entender que el abuso nunca se justifica, y nunca cambia si no se enfrenta. 

Aquí hay algunos pasos que puedes tomar para afrontar la situación: 

  • Habla con alguien en quien confíes: Puede ser un amigo cercano, un familiar o incluso un terapeuta. No enfrentes esta lucha sola. Compartir tu experiencia te ayudará a liberarte del peso emocional que llevas. 
  • Busca ayuda profesional: Existen muchas organizaciones y líneas de ayuda especializadas en violencia de género. Profesionales en estas áreas pueden brindarte apoyo emocional, legal y práctico para salir de la relación de manera segura. 
  • Crea un plan de seguridad: Si decides dejar a tu pareja, es importante hacerlo de manera segura. Cerciórate de tener un lugar al que ir y personas que puedan apoyarte en caso de emergencia. También es útil tener documentos importantes, dinero y un teléfono a mano. 
  • Fortalece tu autoestima: El abuso deteriora el amor propio y te hace dudar de tu valía. Es fundamental recordarte a ti misma que mereces ser amada y respetada. Participar en actividades que te hagan sentir bien contigo misma y rodearte de personas que te valoren, es esencial para tu recuperación. 
  • No te sientas culpable: Es común que las víctimas de abuso sientan que de alguna manera son responsables del maltrato. Pero el abuso nunca es culpa de la víctima. Nadie tiene el derecho de maltratarte, y no estás obligada a perdonar ni justificar ese comportamiento.

La salida está en tus manos 

Salir de una relación abusiva es una de las decisiones más difíciles y valientes, pero con el apoyo adecuado, es posible. VRIM te acompaña en este camino con su asesoría emocional gratuita e ilimitada, brindándote un equipo de psicólogos que te ayudarán a sanar y reconstruir tu autoestima. El verdadero amor no te destruye, te eleva, y en VRIM creemos que mereces ser amada de verdad, sin miedo ni dolor. Con nuestro apoyo, puedes recuperar tu libertad emocional, recordando siempre que mereces ser cuidada, respetada y feliz.  

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